¿Qué son las aftas?
Las aftas, tambien conocidas como «llagas», son pequeñas ulceraciones dolorosas que aparecen en la mucosa bucal, en forma de manchas blanquecinas redondas con una aureola roja. Es común que la llaga se forme sobre el tejido blando, particularmente en el interior del labio o mejilla, sobre la lengua o en el paladar blando y, algunas veces, en la garganta.

¿Cuáles son las causas que las producen?
Las causas se desconocen, aunque hay varios factores que están implicados en su aparición, entre los que destacan factores traumáticos, emocionales, alérgicos e inmunológicos. El cansancio y el estrés pueden aumentar la probabilidad de sufrir aftas bucales.
¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma principal de las aftas es el dolor, que habitualmente es mayor de lo que cabría esperar de algo tan pequeño; dura de 4 a 10 días y empeora cuando la lengua roza la llaga o se ingieren alimentos calientes o picantes. En casos graves puede aparecer fiebre, inflamación de los ganglios del cuello y una sensación general de malestar. Muchas personas afectadas de aftas las padecen de forma recidivante (una o más veces al año).
¿Cuál es el tratamiento de las aftas?
Las aftas bucales usualmente se sanan en una semana o dos, pero los brotes recurrentes son comunes. Si tiene un afta bucal, debe evitar los alimentos picantes, muy sazonados o acídicos. Los anestésicos tópicos sin receta pueden proporcionar alivio temporal. Enjuagarse con enjuagues bucales antimicrobianos puede ayudar a reducir la irritación. Uno de los tratamientos muy efectivo para reducir la sintomatología y la duración de la lesión es la aplicación del láser de baja potencia sobre la zona.
